Nosolofreaks: Dibus crueles

La generación de los 80 quedó marcada con muchas series con desenlaces trágicos y tramas dramáticas.
¿Quién no recuerda la muerte de la madre de Bambi, ese suceso que marcó nuestra tierna infancia y que nos dejó sobrecogidos?
O la muerte de la familia de Alfred J. Kwack, atropellada por un coche, escena que aun me da escalofríos cuando la recuerdo. No por lo especialmente traumática en sí, sino porque así es como la recuerdo en mi tierna mente infantil.
Ya ni hablemos de Marco, uno de los melodramas más trágicos que hemos podido visionar.
Aunque a mi lo que más me marcó fue la muerte de David el Gnomo y Lisa. La escena final en la que se convierten en árboles, y se despiden de su amigo el zorro, que se queda mirando con una cara de tristeza horrible, no soy capaz de volver a verla.
La vi por primera vez con 6 o 7 años, y hasta mis padres se asustaron del disgusto que cogí, que fue de padre y señor mío. Con 18 volví a verla, porque la echaban a medio día, y alucinad: tuve que abandonar la mesa para encerrarme en el baño y dar rienda suelta al torrente de lágrimas. Una vez más lo intenté por Youtube, hará un par de años, y más de lo mismo. Creo que me marcó tanto que no he podido quitarme esa sensación tan mala.
Y luego no puede faltar el culebrón lacrimoso de Candy Candy, una serie que vi con 5 añitos, y que me daba tanta pena y angustia que nunca acabé de ver.

¿Y qué me decís de Heidi y la golfa de la Rottenmaier? Si pudiera le daba una hondonada de ostias...

En fin, que vaya telita con algunas series. Ya se que los niños tienen que aprender cómo es la vida, pero ¿no podíamos dejar eso para más adelante y no hacer pasar ratos tan malos a los nenes? Al fin y al cabo, tarde o temprano todo el mundo aprende que la vida es un cagarro pinchao en un palo, no hace falta empañar esa escasa felicidad que se vive de niño, que dicho sea de paso, dura bastante poco. Cuanto más se mantenga, mejor.

Ale, ahí os dejo unos cuantos vídeos de los mencionados dramas de nuestra infancia.